El descanso es una necesidad vital que nos regula nuestras capacidades físicas y mentales.
Las personas que hacen caminos de peregrinación saben, por experiencia propia, lo necesarias que son las horas de descanso. Saben en qué medida un buen descanso repara el cansancio y predispone a las nuevas etapas de sus caminos.
Esta experiencia tan propiamente peregrina deberíamos aprender a trasladarla a nuestra vida cotidiana. Plantearnos nuestra vida como si peregrináramos por ella, con sus etapas, sus retos, sus subidas, sus bajadas y por supuesto sus momentos de descanso.
Por eso es muy importante pautarnos los descansos. Y cuando nos resulta complicado hacerlo, no perder de vista que carecemos de algo vital y que deberíamos convertir esa búsqueda del reposo y del descanso en nuestra principal prioridad.
Puede que sea bastante con una noche reparadora, pero en muchos casos necesitamos una mayor desconexión, retirándonos de nuestro día a día y “obligándonos” a vivir el descanso en plenitud.
En nuestro Albergue queremos acoger de manera muy especial a las personas que requieren descanso. En primera instancias a las personas que peregrinan por caminos y por extensión a todas aquellas que peregrinan por sus vidas.
Es por eso que queremos ensanchar el espíritu de acogida peregrina hacia todas aquellas personas que estén interesadas en realizar prácticas individuales o grupales de desconexión, o regalarse un fin de semana o unas vacaciones realizando Retiros de Yoga y Meditación.
Quien lo ha probado sabe de su valor.